Los SUMMERS
Consideraciones estilísticas aparte, la música tiene mucho de fiesta, excitación, desinhibición (des)controlada y, por supuesto, actitud. Teniendo la provocación por bandera, resulta imposible no pasarlo bien en los directos de estos chicos que empezaron este proyecto en 2007.
Porque de estética también vive el hombre, los Almerienses se nos presentan como mandan los cánones ideales de los sesenta: montados en el icónico seiscientos, agarrando sus guitarras (¿tendrá alguna nombre?) y con la playa de fondo donde las chicas organicen guateques. Nos recuerdan que también hay surfers por estas tierras, además del desierto que, como se dijo en las conferencias 'Paisaje y rock', ha sido inspiración, pero también barrera física y psicológica para los creadores almerienses. Esperemos que no sea así para Los Summers, que ya se han movido fuera de Almería: el último concierto, en el CulturaPop de Madrid.
Juantxo (voz y bajo) y Francis (guitarra, casiotone, voz y.....mi primito), ex-miembros de Johnny Betadine, se aliaron con Óscar (guitarra) y Aníbal (batería), integrantes de Los Bikini Lovers, para ofrecernos en su primer largo, 'La chica de cada verano' (Flor y Nata Records), un conjunto de entretenidas canciones de potente guitarreo junto a luminosas melodías vocales en lo que parece una fusión entre los Beach Boys de la primera época y los clásicos los Ramones en la playa de San Jose.
De sus temas destacan los frenéticos, de menos de dos minutos, 'Marta' (de referencias almeriensísimas) y 'Horror en la piscina'; agradecidos aires retros con arreglos del siglo XXI que crean adicción en 'Japón' y 'Cicloturismo'; 'No volverte a ver': con un estribillo convincente que podría ser coreado en todos los karaokes y fiestas del mundo libre; terminan con un villancico 'made in Los Summers'.
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