Hot Leg: Red Light Fever

Si hubo un grupo que en los últimos años me sorprendió por su música en dos grandes trabajos, esos fueron los fenecidos The Darkness, cuya sólida base rockera clásica contrastaba con la voz de su cantante, el controvertido Justin Hawkins. Dejaron dos grandes joyas que merecerían estar dentro de los discos que me llevaría a una isla desierta: Permission to Land y One Way Ticket to Hell ...And Back.

Tras la salida de Hawkins de la banda por problemas con ciertas adicciones, ha intentado retomar su vida, y ahora nos trae una nueva versión de The Darkness, con nueva formación llamada Hot Leg.

Hace unos meses ya que Hot Legs lanzaran su trabajo Red Light Fever, pero ahora es cuando lo he podido escuchar, y tras pegarle una audición minuciosa puedo afirmar que nos encontramos con un trabajo que recuerda horrores a su banda primigenia. Mientras el resto de la banda The Darkness retomara su trayectoria musical por otros derroteros con otro proyecto llamado The Stone Gods, Hot Leg es la continuidad natural de The Darkness.

 

Nada más escuchar el primer corte del disco, Chickens parece que estemos en una segunda parte de One Way… con esos gorgoritos tan característicos de Hawkins.  Los riffs de guitarras rockeras, al más puro estilo AC/DC se vislumbran en canciones como You can’t hurt me any more, mezclado con cosas más pegadizas en las que el falsete del muchacho es llevado a cotas extremas, que es lo que le hace diferente de muchos otros vocalistas, caso de Whichever Way You Wanna Give It. Ahí tenemos trallazos como Ashamed, que te hará menear la cabeza a su ritmo rock’n’rollero o I’ve met Jesus. Me encantan cosas como Cocktails, más comercial si puede así considerarse, pero igualmente deliciosa de saborear, Gay in the 80s, con sus coros caricaturestos de Queen (a mí siempre me lo han parecido), o Prima Donna, más convencional pero igualmente marca de la casa. Un tema grandemente rockero es el llamado Trojan Guitar, con una composición vocal singular. El álbum finaliza con una baladilla, de esas con un estilo un tanto peculiar, que es como una guinda para acabar el pastel.

Muy buen trabajo, y una alegría para los que nos quedamos con más ganas de The Darkness.

En esta entrega, Hot Legs está integrado por:

- Justin Hawkins — Voz y Guitarra
- Pete Rinaldi — Guitarra
- Samuel SJ Stokes — Bajo
- Darby Todd — Batería

 

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HARDCORE SUPERSTAR: UNOS VIDEOS

Cómo me gusta esta gente, y oyendo sus discos, cómo echo de menos a bandas como L.A. Guns, Faster Pussycats, Hanoi Rocks o los primeros Motley Crue. Que vuelva el Sleazy.

IV BRUTALMERIA FESTIVAL

Aquí os dejo información sobre este festival que se celebrará en Almería. Tralla de la buena. Qué buenos recuerdos me traen los granadinos Canker.

IV BRUTALMERIA FESTIVAL 2009
14 y 21 de Noviembre 2009
Sala Jala Jala (antigua Génesis) Avda. Montserrat, (bajo puente Avda. Mediterráneo), ALMERIA
Horario de apertura: 6 de la tarde

Entrada: 12 euros en taquilla

Anticipada: 15 euros con 2 CDs de regalo, a escoger: 1 CD del catálogo completo y otro CD de las ediciones de Hecatombe Records

Abonos: para los 2 sábados = 20 euros

Abono los 2 dias + 2 CDs = 25 euros
Primer Sabado:

CANKER (Granada, thrash / death metal)

HINDRANCE (Madrid, grind / death)

PESTA PORCINA (Barcelona, grind)

CAUSTIC (Barcelona, death metal)

INFERNAL FUNERAL (Almeria, black metal) Segundo Sabado:

MG 15 ( Málaga, mítica banda pionera del crust a nivel internacional )

BRAINWASH ( A Coruña, deathcore / grind )

FREAKHATE ( Valencia, doom / death / punk )

EXQUISITE PUS (Murcia, brutal / death )

WAR INSIDE ( Almeria, death / metal / core )

Para más información, reserva de entradas, abonos, pedir los 2 CDs,, escribe a: brutalmeriafestival@gmail.com

Las entradas anticipadas y abonos estarán disponibles hasta el dia 6 de noviembre.

Los abonos escogiendo 2 CDs son limitados a las 100 primeras peticiones, pues regalamos en total 200 CDs, tiramos la casa por la ventana, pero no queremos arruinarnos!!!
Entrada: 12 euros
Anticipada: 15 euros (2 CDs de regalo a escojer: 1 del catalogo de Hecatombe y otro CD de las ediciones de Hecatombe Records)

Out in the Fields: cuando el talento se junta

¿Qué se puede decir, cuando tenemos a dos genios juntos y hacen una canción como ésta? Siento debilidad por Thin LIzzy, eso es evidente, y creo que Phil Lynott dejó un vació inmenso en la historia de la música. Pero escuchar sus temas, sus discos y la sensibilidad de sus composiciones es un gran alivio.

Aquí, con su compañero y amigo Cara Cortada

WASP: BABYLON

Siempre le he tenido cariño a esta banda tan macarra, tal vez porque fuera de las primeras que tuve la oportunidad de escuchar de la siempre bienvenida mano de mi amigo Gabi, por su imagen que me impactó, esa mezcla de sangre, vísceras al más puro estilo Matanza de Texas, y por la leyenda que se contaba de cada uno de sus miembros, y no precisamente por ser hermanitas de la caridad. Claro eran tiempos en los que primaba ser malote que un perfecto padre de familia que acata las normas establecidas por la sociedad.

Ahora regresan con su último trabajo, Babylon, siguiendo la estela del maravilloso Dominator, que a mí personalmente me encantó, porque rescataron la esencia que en su momento me cautivaron, su sonido más crudo y primitivo, tras un par de experimentos con las dos partes de Neon God que no tuvo mucha repercusión.

El álbum comienza con la evocadora de otros tiempos Crazy, puro WASP 100%, que me recuerda a horrores mi queridísima Wild Child, anteriormente reseñada, y que habiéndolo escuchado un par de veces el disco completo, es de mis favoritas. A este trallazo le sigue Live to Die on Another Day, un tema más rockanrolero, como a veces nos dejan caer estos chavalotes. Con Babylon’s Burning, tenemos otra vez a WASP marcando su sello, pero esta vez me recuerde más a una época donde hicieron la maravilla de Crimson Idol (una evocación a Murders in the rue Morgue?), simplemente genial.

Con Burn, toca hacer una versión, esta vez de los Purple con Coverdale, y salen muy bien parados, y mira que para esta canción suelo ser muy exigente cuando la oigo por otras bandas que no sean la original, en las que le pegaba Hughes una somanta vocal al Coverdale.

También hay tiempo para temas más tranquilos como Into the Fire, rememorando momentos de mecheros al viento (hoy sustituidos por los ccd de las cámaras digitales), un tema épico y grandioso. Tras esta pausa, vuelve la tormenta de Lawless y compañía, con Thunder Road, otro tema rockero marca de la casa, que te hace ir corriendo a desempolvar la muñequera de pinchos que tienes por ahí guardada en lo más profundo de tu armario del metal.

Y si quieres más, toma Seas of Fire, con un comienzo de a ver qué me traen, que preparan, volviendo a sacar ese riff tan característico y manido que identifica a WASP, pero que tanto me gusta.

Con Godless Run, se tranquilizan otro poco, otro medio tiempo que en mi opinión es más normalito, pero bueno, es muy difícil tener un disco con matrícula de honor en todo, pero en este tema queda con notable alto.

Para acabar se marcan otra versión, puro rock’n’roll de los cincuenta, gran influencia para Lawless en muchas canciones a lo largo de su discografía. Promise Land, de uno de los reyes del Rock’n’Roll con mayúsculas, Chuck Berry.

Decir que este disco al contrario de decepcionarme, me ha encantado, una selección de temas que apenas superan los cuarenta minutos, cosa que se agradece en los tiempos que corren, que con aprovechar la capacidad del cd se están haciendo muchos trabajos con puros rellenos, y acaba uno empachado.

Gran trabajo Blackie.

Página oficial de WASP

Brutal Legend: El juego que todos soñamos.

Si hace unos cuantos años, a los que no gusta este tipo de música nos hubieran pedido opinión sobre el diseño de un video juego en el que el protagonista fuera un personaje con pelo largo, tachuelas y que defendiera el metal por encima de todo, seguro que habríamos dado muy buenos consejos y que cabrían perfectamente en la idea de este video juego.

Brütal Legend cuenta la historia de Eddie Riggs (un pipa, o encargado de probar los instrumentos antes de las actuaciones), que será teletransportado a un mundo extraño, “la tierra legendaria del Rock n’ roll”, del que tendrá que salir valiéndose de un hacha y una Gibson Flying V. Por el camino, mucha, muchísima música rock y heavy, con escenarios de fantasías y cameos que serán más que conocidos por el público al que va dirigido, como por ejemplo el más grande, Lemmy o Rob Halford, el que no puede faltar, Ozzy Osbourne y Lita Ford, entre otros.

Como es de suponer, la banda sonora corre a cuenta de bandas del género, nada más y nada menos que 75 temas, que ambientan al juego. En el juego en inglés, el protagonista es encarnada a las voces por el actor Jack Black, mientras que en España se rumorea que será Santiago Segura el que ponga su voz.

Aquí está el enlace a su trailer:

 

Sonic Boom: El regreso de Kiss

Mucho ha pasado desde el Psycho Circus, último trabajo en estudio de los maquillados Kiss, once años nada más y nada menos, y ya iba siendo hora de dejarse de tanto recopilatorio, directo y demás tonterías que Mr. Gene “Dollar” Simmons le encanta para hacer caja. De hecho llegó afirmar que no necesitaban componer nada más, puesto que los fans lo que demandaban eran los clásicos de la banda. ¿Complacencia hacia ellos o autoconvencimiento para enmascarar, como su banda, la falta de ideas nuevas? También dijeron que no volverían al maquillaje.

El hecho es que con Sonic Boom quieren volver a su sonido más primitivo, o eso dicen. En este nuevo proyecto, ya no están el otro 50% clásico, Ace y Peter, que volvieran, hasta que don Dinero apareció de nuevo para mostrar sus diferencias. Tommy Thayer se estrena como guitarrista oficial, y Eric Singer vuelve a las filas de Kiss, yo creo que muy válidamente, pues la categoría como batería es indiscutible. Incluso ambos se estrenan a cantar en algunos temas.

El disco comienza con el single, Modern day Delilah, que suena muy bien, a su viejo estilo. A él le sigue Russian Roulette, donde Gene toma las riendas vocales, un medio tiempo rockero como le gusta al bajista.

Never Enough buscar convertirse en otro himno más propio de los ochenta o 90 (me recuerda a alguna cosa de su Revenge), con estribillo de esos de repetir y vocear en directo.

Casi sin tiempo a haber degustado esa pieza, vuelve a la carga más clásica de sus años 70, con Yes I Know, con guiños a su archifamoso Rock’n’Roll all nite. Buen tema.

Stand, con una introducción vocal de Mr. Stanley, en la que Gene alterna también en cantar, es de los que más pegadizos, aunque es inevitable intentar sacarle algún parecido con algún que otro tema pretérito.

Tras la búsqueda de la euforia concertil hímnica, regresan de nuevo a lo clásico, al más puro estilo Dr. Love, con la canción Hot And Cold, en las que te imaginas el careto de Gene entonando las letras mientras ya le cae el sudor por el maquillaje y saca la alfombra que tiene por lengua.

Hasta ahora no he mencionado la gran labor de Thayer, que supera ampliamente la ausencia de Frehley a la guitarra, y es que en cada uno de los temas deja ver su más que brillante firma.

Con All for the Glory, Eric Singer no sólo se dedica a tocar la batería, sino que se estrena como vocalista, en un tema con coros pegadizos, tal vez algo menos convencional que el resto del disco, pero que gusta.

Bueno, ya se había dejado descansar demasiado a Paul y sus cuerdas vocales, y vuelve a la carga con Danger Us, sobre un riff contundente en un tema rockero y con una base potente, que puede que me recuerde más a la época de Creatures o Lick it Up. Siguiendo en esa línea, con I’m an animal, prosiguen el disco, con un ritmo pesado y frenado, de esos que le gustan a Gene para soltar burradas en sus letras.

Ahora le toca a Thayer estrenarse a cantar, y no lo hace mal, con When Lightning Strikes, otro tema vacilón de esos que solía ofrecernos Kiss en sus tiempos más gloriosos.

Por último, en mi opinión se han dejado el postre para el final, Say Yeah, un título tal vez muy sobado y manido, pero que por ello no se ha de juzgar a la canción a la que bautiza. Paul se encarga de acometer la sección vocal, y de ejecutar un estribillo de lo más sencillo, vamos que hasta yo lo memorizo. Pero ese estilo de canciones de Kiss me atraen muchísimo, con ese machaque pegadizo que hace que lo corees casi sin querer.

Bueno, esto es lo que ha dado de sí. De si estoy decepcionado o no, es muy difícil de determinar. No se puede esperar un Destroyer o un Dressed To Kill a estas alturas, pero siendo sincero, no es un disco malo, tal vez de escuchar, de saborear, no es fácil de sacarle el jugo, y eso es lo que tal vez le haga más interesante.