¡Qué difícil es buscar un sustituto de la categoría de Randy Rhoads! Pero tratándose de Ozzy Osbourne, se le podrán criticar otras “tonterías” que tiene en su perjudicada cabeza, pero a la hora de rodearse de los mejores músicos, no escatima en poner toda la carne en el asador.
Y ahí es donde encontró a Jake E. Lee.
Jakey Lou Williams nación en febrero de 1957 hijo de japonesa y de marine norteamericano. Lo que tienen los militares, que te pueden trasladar en cualquier momento, y de Virginia se tuvieron que ir a la soleada California, concretamente en San Diego. En esta etapa, Jake se aficionó a la cultura del lugar, haciendo skate y disfrutando del buen clima. Pero ahí estaba su madre para enderezarlo, y pronto lo puso a dar clases de piano. Pero se ve que al muchacho le atraía más las seis cuerdas, y cambió de instrumento con el que ligar más. De hecho, su hermana fue la culpable que escuchara discos de Jimi Hendrix, Led Zeppelin, y Black Sabbath. Claro, entonces la guitarra se convirtió en eléctrica. Por desgracia para Jake, su hermana sufrió un accidente de moto y falleció.
Ya desde pequeño se le veían maneras, y es que no soltaba la guitarra ni para ir al instituto, pues la llevaba siempre colgada del hombro. Aún no pertenecía a ningún grupo ni banda en aquella época, pero ya tenía una buena reputación como guitarrista, pero más por su pelo largo que por su virtuosismo.
Posteriormente, ya sí que se animó y formó una banda propia, llamada Teaser, con la que tocó en la fiesta de fin de curso antes de que le expulsaran del instituto por falsificar las notas. Con Teaser prosiguió tocando por clubs de San Diego, y pronto su fama fue creciendo, teniendo gran cantidad de seguidores, que conseguían abarrotar los locales. Fue en esa época donde conoció e hizo buenas migas con el que luego fuera amigo Warren de Martini, otro guitarrista (luego con Ratt, Whitesnake) el cual le pidió a Jake que le diera algunas lecciones. También fue visto por un joven Stephen Pearcy que tenía una banda llamada Mickey Rat. Pearcy le preguntó si quería ser el guitarra solista del grupo, y Jake dijo que sí. El nombre lo cambiaron, por el que se conoce hoy, Ratt, y la cosa se puso más sería, trasladándose a Los Angeles. Allí empezaron tocando en clubs y pronto tuvieron un enorme éxito, lo que les hizo tocar en locales de más renombre, como el famoso Whiskey and the Troubadour. Jake, sin embargo, abandonó Ratt buscando otros derroteros, y fue sustituido por DiMartini, por recomendación del mismo Jake.
Es aquí donde empieza a despuntar su carrera, primeramente formando parte de la banda de hard rock Rough Cutt, con la que hizo algunos shows, que llamaron la atención de Ronnie James Dio, el cual le mostró su interés en trabajar junto a Jake, pero cuyo fruto fueron un par de melodías mal puestas, antes de que buscara otros horizontes musicales. Aquí es donde aparece Ozzy, que contacta con él buscando quien pudiera estar a la altura del tristemente fallecido Randy Rhoads, una tarea nada fácil debido a la reputación y peso pesado dentro de la escena del momento. Esta oferta era muy golosa, y Jake estaba viendo que podría ser una de las mejores oportunidades de su vida. Así que viajo a Inglaterra a conocer en persona al “comemurciélagos”, y tras la entrevista, se embarcó en un tour mundial.
La gira duró alrededor de unos cuatro años, y en medio contribuyó con su guitarra a formar el famoso Bark at the Moon, que fue éxito de ventas y en el que ganó el pulso que tenía contra las críticas que decían que no estaría a la altura de Randy Rhoads. Prosiguió con The Ultimate Sin, tal vez uno de mis discos favoritos, que siguió con el éxito de su predecesor. Pero no todo era idílico, pues Ozzy estaba enfangado hasta las cejas en su personal infierno de drogas y alcohol, y esto resentía en la banda. Jake acabó abandonando el grupo de Ozzy, cansado de esta situación, pero a pesar de ello, a día de hoy siguen manteniendo la amistad.
Después de esa etapa de locura y desenfreno por parte del Madman británico, Jake decidió pasarse una temporada en el dique seco, dedicando más tiempo a su familia, su mujer y su hija. Pero con un músico de su categoría en paro, no tardaron en lloverle ofertas, muchas de ellas interesantes, pero que él rechazaba. Hasta que una no pareció demasiada mala. Ray Gillen, quien fuera cantante de Black Sabbath en el disco The Eternal Idol, tenía entre manos algo bastante suculento, una banda basada en sonidos más blues pero con base de metal. Y aquí se gestó Badlands, proyecto al que se unieron Greg Chaisson (Steeler, Legs Diamond, Blindside Blues Band, Die Happy, and Red Seaal) bajo y Eric Singer (Black Sabbath, Kiss, Alice Cooper, Lita Ford, Brian May, Avantasia).
Aún recuerdo cuando me compré el vinilo del primer trabajo, en 1989, titulado como la banda, Badlands, tal y como apuntaba, esa mezcla de blues y metal de gran calidad. Riff potentes y duros con una base rítmica sólida. Este debut tuvo una gran acogida. Tras la gira de rigor, volvieron a sacar nuevo disco, Voodoo Highway, tal vez menos contundente, pero más enraizado en el blues más tradicional. Igualmente, tuvo buena crítica por parte de los medios especializados. Pero no todo iba a ser de color de rosa, y Ray Gillen abandona la banda, tal vez por las famosas diferencias musicales, o porque la cosa estaba tirante, digo yo. Pero ya había sustituto, John West. Ray Gillen muere en el año 1993 debido a la enfermedad del siglo, el SIDA. En el 2000 se sacaría a título póstumo el último trabajo de Badlands, Dusk, que había sido compuesto y grabado en directo en la primeras sesiones con Gillen.
Desde entonces, Jake ha puesto su guitarra al servicio de recopilaciones y tributos, como los de Rush, Jeff Beck, y Van Halen.
Mencionar también que Jake publicó un disco en solitario llamado "A Fine Pink Mist".
Esperemos que este gran músico siga prodigándose en otros proyectos. Por lo pronto, es muy recomendable ver el dvd en directo del Loco Ozzy titulado, The Ultimate Ozzy, con Jake E. Lee a la guitarra.